Tormentoso Pasado

Capítulo XXIX

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La gran y profetizada batalla había llegado, la voz había corrido por todo Azaurus llegando a oídos de quienes vivían en Belafor, dejando un sentimiento espantoso en los corazones de quienes habían dejado atrás a su familia en aquella absurda y sangrienta guerra; el corazón de todos sufrió de forma impresionante en especial el de aquel caído, y poderoso señor de los infiernos, con Elisa en sus brazos miro al cielo, rogando porque su hija y todos los seres que amaba salieran con vida de aquel lugar, las plegarias y el terror también sobrecogió a la nueva dimensión.

En Azaurus todo estaba silencioso, y casi sombrío; las personas ya estaban en sus lugares a la espera de la llegada de Tisius, la criatura había logrado quebrar las barreras de protección en Azaurus, permitiendo que una inconmensurable horda de demonios pasara por el lugar, Cassandra estaba en medio del campo de batalla con Andrea y Samara detrás suyo, ellas fueron y serán siempre sus manos derechas. Sin importar si era durante la paz o la guerra el par de jovencitas jamás abandonarían a su maestra, a su gran consejera y su modelo a seguir.

El batallón que Cassandra había creado contra Tisius y sus cómplices, estaba en su lugar, no podían arriesgarse a actuar como la última vez, Natasha conocía su poder, sus movimientos y de lo que Cassandra era capaz, la mujer y su familia eran capaces de arrasar con cualquiera que atentara contra su felicidad.

-Joder quiero que esto acabe ya- dijo Connor al lado de su hermano, quien solo asintió, el equipo de cacería de Travis, era el apoyo de respaldo de Cassandra, ellos debían cubrirla y matar a quien se atravesara en su camino para llegar a Tisius, la única manera en la que ella podría ganarle era arrebatándole su esencia vital desde su mirada.

- ¿Creen que lo vamos a lograr? - pregunto Trenton asustado, escuchando como a lo lejos se acercaban las hordas de los demonios enloquecidos, se sentía el poder y la esencia demoniaca de la primera creación de Lucifer por las tierras de Azaurus; Travis se giró hacia su amigo y le dio una mirada de seguridad.

-Debemos hacerlo, por ella, por nosotros, por nuestro futuro- dijo con convicción, él era un gran líder, siempre fue criado como uno y ahora podía demostrarlo siendo alguien tan importante dentro Azaurus, todos guardaron silencio ante la presencia de las criaturas más depreciables de la historia, el corazón de Cassandra salto en rabia, al ver al hombre que le había hecho la vida un infierno.

-Vaya creí que me ibas a recibir de una forma más alegórica cariño- dijo él mirando con desprecio a la guardiana que simplemente sonrió con simpleza- ¿no te asusta que esta vez también puedas perderlo todo? - dijo él haciendo acopio a todas las pérdidas que Cassandra enfrento en la primera guerra con Natasha.

-La verdad es que no- dijo Cassandra con completa frescura, una que era fingida- siempre conseguiré lo que quiero, pierda lo que pierda- dijo la mujer acariciando una Serphentina en su brazo- y lo que quiero ahora es acabar con tu vida cielito- dijo ella con una sonrisa llena de maldad, la culebra se extendió en su brazo dejando que su ama la convirtiera en un letal y venenoso látigo.

- Sabes que eso no va a lastimar a mis demonios ¿cierto? - dijo él divertido y todos sus seguidores soltaron varias carcajadas, fuertes y estridentes, el demonio era estúpido si creía que ella se enfrentaría a él sin igualar su poder – eres tan ingenua niña- dijo sin saber que pronto se tragaría sus palabras.

- ¿Por qué no lo intentamos? - dijo divertida, ella había mejorado y triplicado el veneno de sus culebras con un hechizo que leyó en el grimorio, sin que Tisius se lo esperara Cassandra alzo el vuelo blandiendo su látigo y en el proceso arrasando con alguien importante para el demonio, la culebra se enrollo en el cuello de la madre de Cassandra.

-Jodida mierda- grito de dolor la mujer cuando Cassandra volvió a aterrizar en el suelo, el veneno estaba casi incinerando su piel- basta por favor- suplico ella, Cassandra no sintió una pizca de remordimiento o dolor, ella era un ser cruel y despiadado cuando se lo proponía- te lo suplico- dijo Natasha.

- ¿Cómo lo lograste? - dijo Tisius aterrado, esto era imposible, sin embargo le alegraba que ella hubiera trabajado en su poder, él quería explotar los límites de la joven y crearla como su arma, con un buen incentivo ella lo haría; tenía su plan fríamente calculado, con lo que no contaba él era que Cassandra ya tenía un plan en su contra.

-Te dije, que te retiraras y no te metieras conmigo enfermo- dijo ella y en un idioma que solo ella y los gemelos conocían, ordenó que sus Serphentinas atacaran, en los suelos desde las raíces emergían sus nuevas criaturas, matando a los demonios con una sola mordida; quienes lograron sobrevivir, fue porque subieron en los árboles o porque ya no había el número suficiente de culebras, observaron con terror como sus compañeros agonizaban de dolor hasta morir.

-Vas a arrepentirte- dijo Tisius, dando la orden de ataque; Cassandra cerro los ojos, repitiendo las acciones del hombre, el batallón de la guardiana arremetió contra los nuevos y mejorados demonios con la misma rabia, ella tenía a su grupo de guardianes quienes eran su arma secreta- ¿esto es todo lo que tienes niña? - le pregunto burlón.




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