Terra y Él Guardián de las Galaxias.

♣︎ Capítulo 7. Terra renovada. ♣︎

Terra renovada.

 

A unos años luz aquella guardiana preparaba el ataque para acabar con Terra.

 

—Ella esta débil quiero que acaben con esa guardiana y toda su creación—. Ordenó.

 

—Si mi señora—. Dijeron los que la seguían.

 

—Quiero el exterminio de todo no dejen nada con vida—.

 

—Así se hará—. Respondieron a coro.

 

—Este será tu fin guardiana esta vez ni él propio Supremo Creador te salvará—. Sonrió de oreja a oreja.

 

Los Machines, los lagarticos y demás seres fueron subiendo a sus naves en cuanto estuvieron todos dentro las naves fueron puestas en órbita...

 

Mientras que en la caverna el guardián no quería que Terra bajara a ese pozo de agua azulada.

 

—No irás por ella—. Le dijo el guardián, Terra lo miro sus, ojos eran como dos luz incandescentes. —¿Terra que te sucede?—. Ella giro hacia la luz, su cuerpo levito, se sumergió en el agua completamente desapareciendo en ella solo se veía algo brillante a lo profundo de ese pozo de agua.

 

Lo que Terra no sabía era que los humanos estaban cerca de aquella caverna.

 

Él que guiaba aquella expedición era aquel hombre que se parecía tanto aquel hombre que ella una vez amo.

 

—Señor la radiación aumenta en aquella dirección—. Dijo un hombre señalando una caverna.

 

—Estamos cerca lo presiento—. Dijo con emoción.

 

Siguieron en dirección a la caverna, entre mas se acercaban el pitido de aquel aparato sonaba más fuerte.

 

—Esta seguro que ese meteoro existe señor hace milenios que sucedió aquel acontecimiento—.

 

—Si pero mi abuelo estuvo intentando encontrar ese meteoro y yo lo encontraré, según dicen el podía proveer energía por eso los dinosaurio no se extinguieron del todo y por ello se han encontrado criaturas que nunca fueron vistos por ojos humanos, te imaginas lo que podríamos hacer con esa energía si la llegamos a desarrollar o lo que podemos lograr con el, quien sabe que misterios guarda—.

 

 

Mientras tanto en la caverna la luz había desaparecido por una escala de minutos, el suelo rocoso brillo de tal manera que enceguecía a cualquiera, la luz del pozo volvió a encenderse, desde el fondo de este una especie de raíces se pegaron al cuerpo de Terra y se extendieron hasta aquel meteoro que una vez casi provoca la destrucción de tierra.

 

—Terra—. Dijo el guardián al sentir la energía de los humanos.

 

Las raíces se convirtieron en venas que recorrieron toda la caverna, la luz seguía tan incandescente que no le permitía la visibilidad al guardián, él optó por utilizar su vista de luz al fondo vio a Terra inconsciente no lo pensó y se tiró al agua a rescatarla.

 

Al llegar al cuerpo de Terra ella empezó a elevarse, la tomó de la mano así elevándose junto a ella.

 

Al llegar a la superficie soltó la mano de Terra, ella abrió sus ojos. —Lo encontré—. Dijo con emoción.

 

—¿Qué es eso?—. Pregunto el guardián. —¿Qué es lo que tienes en todo tu cuerpo lo tienes por todos lados?

 

—Eso es el meteoro que callo hace milenios así provocando casi la extinción de aquellos animales que vivían en tierra, estoy segura que eso también fue provocado por alguien y ese ser que quiere mi destrucción y de tierra la voy a encontrar, hay de él cuando sepa quién es—. El guardián se sorprendió de su determinación. —Esto son unas arteriolas que me conectan con el meteoro—. Su cuerpo se renovaba a cada paso, ella absorbía la energía del meteoro así haciendo que su plasma aumentará a pasos agigantados.

 

—¿Qué sientes?—.

 

—Mi cuerpo está curando—. Quince escalas de minutos después las arteriolas se fueron desconectando poco a poco. —Debo ir a curar a tierra—. Su cuerpo aún no dejaba de brillar. —Pero antes tengo que encargarme de los humanos que están en camino a la caverna—.

 

—¿Cómo lo harás?—.

 

—No te gustará saber—. Él guardián la miro perplejo.

 

—Vas a matarlos—.

 

—¡No!, No voy a matar las creaciones que yo pedí—.

 

—Esas creaciones quieren tu destrucción—.

 

—Así los quiero—.

 

Los humanos se acercaban más, estaban a escasos metros de la caverna.

 

Terra dejo que ellos entrarán se desplazó detrás de ellos. —Es aquí señor la radiación es intensa—. Terra se sorprendió de ver al mismo humano que ella había ayudado.

 

—Los amas verdad—.

 

—Si—. Su cuerpo se hizo transparente, la luz la rodeo, los humanos giraron hacia la luz, solo un destello basto para que ellos cayeran inconscientes. —Debo dejarlos—. Los rodeo en una esfera y se desplazó al laboratorio, los depósito a cada uno en su cubículo borró todo lo relacionado con la caverna y el camino al bosque.

 

Se desplazaron hasta la cabaña no sin antes esconder aquella caverna, esa fuente de poder no debía ser descubierta por los humanos ya que podría ser su destrucción.

 

Bajo al centro de tierra se arrodillo colocó sus manos en la tierra, su cabello se iluminó así convirtiéndolos en unas areolas que se conectaron con toda la tierra, los animales estaban agonizando, Terra tendría que actuar cuanto antes para salvarlos o morirían.

 

Los animales del centro de la tierra se ponían negros en cada paso de escalas de segundo.

 

El cabello de Terra se conectó con todo el centro de tierra, en todas las capas de tierra tanto fría como calientes todo había tomado el color negro, el cuerpo de Terra se iluminó al máximo su cabello tomó un brillo intenso y su cuerpo se fue poniendo negro.

 

Todo empezó a renovarse, tierra empezó a tomar fuerza las areolas brillaban cual estrellas todo lo negro fue desapareciendo y fue tomando su color natural, el núcleo de tierra fue volviendo a la normalidad.




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