Promesa de niños

Capítulo: 7

Gael

Observo a una distancia prudente a Naomi esta está dentro de la piscina con su hijo, bebo un trago sin poder dejar de mirarla, aun mis sospechas no se aclaran y no sé que hacer, por un lado, están mis padres, a los cuales decepcioné con mi comportamiento, por otro Thomas que dice que sigue molesto por lo que hice y me dijo que eso le dolía, pero también está Naomi, ella lo negó, pero tiene miedo y eso una vez más ayer quedó comprobado, no fue a ver a sus hijos, vi el terror en sus ojos cuando Thomas dijo que intentaban tener otro hijo, no sé que hacer ni que demonios creer, quizás lo que siento está nublando mi juicio, es una pésima idea seguir en esta casa viéndola y aguantando mis ganas de hacerla mia, pero es la esposa de mi hermano y también está Lena, debería amarla a ella y a mi manera lo hago, pero eso jamás va a compararse con lo que siento por Naomi.

—No te puede gustar mi mamá —miro a la niña que se detiene a mi lado, ambos miramos hacia su madre que ríe en la piscina enseñándole a su hermano a nadar.

—¿Por qué no? —sé la respuesta a eso —es muy linda.

—Es la esposa de mi papá —respiro hondo y la miro al sentir su intensa mirada sobre mí, también su padre es mi hermano, otro punto en contra por Dios.

—Sigue siendo linda —sonrío viendo sus ojos entrecerrados —pero descuida —me pongo a su altura —jamás voy a interferir en la relación de ellos —agrego y bufo al darme cuenta de que hablo con una cría de 5 años.

—Yo no tengo novio —miro sus ojos y ella sonríe coqueta —¿no te parezco linda? —suelto una carcajada cuando pone un mechón de su cabello tras su oreja, si tan solo supiera que es la copia exacta de su madre cuando esta tenía su edad, hacía esos mismos gestos.

—¿Interrumpo? —la voz de Naomi me tensa, ¿cómo la miro a la cara si no olvido la promesa que le hice cuando éramos niños?

—Hablaba con él mamá —la niña mira hacia su madre —es muy lindo

—Y también tu tío —yo río mirando a Naomi que alza una ceja

—Si —musita la niña que resopla

—¿Quieres nadar un poco Laia? —la pequeña niega —bueno, yo seguiré en la piscina mi amor —Naomi se aleja de nosotros, no la dejo de observar hasta que entra, me ha ignorado o al menos trata de hacerlo porque su mirada no deja de chocar con la mía.

—¿Ya hablaste con él? —yo miro a Owen que habla con su hermana 

—Lo olvidé —su hermano bufa, pero ella se encoge de hombros, miro al pequeño.

—¿Qué debía hablar conmigo? 

—Te escuchamos discutir con papá el otro día —el niño se cruza de brazos y trago en seco —estábamos escondidos en el jardín.

—Niños —respiro hondo —lo de ese día fue un error que

—Mamá tiene un golpe aquí —él señala sus costillas

—Dice que se calló en el baño —miro a Laia cuando habla

—Pero ella nunca se cae —habla Owen ahora —siempre tiene mucho cuidado, por lo que creemos que tienes razón —él baja la mirada

—¿Razón en qué? 

—En que papá le pega —la niña me mira triste, yo miro hacia Naomi y luego vuelvo la mirada a ellos.

—No pequeños, no lo hace, papá es bueno con mamá —sonrío un poco —no deben tener miedo por eso —ellos se miran

—¿Podrías estar al tanto Gael? —cuestiona la niña —por favor —yo sonrío

—Lo estaré, cuidaré de mamá ¿sí? Pero no piensen en eso —Owen suspira —mamá estará bien, se los prometo —ambos asienten y se alejan de mí, aprieto con fuerza mis puños, esta vez pienso cumplir con mi promesa, miro hacia Naomi cuando sale del agua, el traje de baño que trae cubre la zona que los niños dijeron, ¿le pega Thomas? La duda sigue en mi cabeza, pero podría no ser cierto, podría arriesgarme y perder a toda mi familia por eso, veo a mi hermana acercarse a ella con unas bolsas en las manos y ambas sonríen mientras caminan hacia la casa.

Camino por la casa hasta llegar a la puerta que conduce al sótano, abro esta y entro, la luz está encendida como imaginé e intento hacer el menor ruido posible, la veo a unos metros, acomoda las cosas que mi hermana le trajo y sonrío, siempre le ha gustado pintar y no se le daba nada mal, pero ¿por qué hacerlo a escondidas si no hace nada malo? Doy unos pasos hacia ella que sigue de espaldas a mí.

—¿Cómo conociste a Thomas? —se tensa cuando me escucha y rápido voltea a verme.

—¿Gael qué haces aquí? 

—Creo que fui el primero que hizo una pregunta —no dice nada y me acerco a ella —vi a mi hermana contigo, las seguí y esperé a que ella saliera.

—Conocí a Thomas en un bar —asiento sonriendo.

—¿Por qué vas a pintar a escondidas Naomi? —le quito el pincel que tenía en sus manos

—A Thomas no le gusta y no quiero problemas con este —asiento

—No le diré nada —la miro —pero solo si me permites estar aquí contigo cuando pintes —su boca se abre, pero pongo un dedo sobre sus labios —es un buen trato Naomi —susurro moviendo mi dedo y acariciando sus labios, maldita sea, ¿qué estoy haciendo? Se supone que debo alejarme.

—Me gusta hacerlo sola —susurra, mi sonrisa se amplía, en el orfanato siempre yo estaba con ella cuando pintaba, nunca lo hacía sola, dejo de tocar sus labios y tomo un mechón de su cabello, el cual coloco tras su oreja.

—Quiero verte —sus ojos buscan rápido los míos —me gusta la pintura y quiero verte mientras lo haces Naomi —me acerco más a ella sin pensar, atraído por un imán, mi cabeza grita que me aleje, que salga de aquí, que no juegue más con fuego, pero todos esos años separados de ella me hacen quedarme, esa promesa que hice y no pude cumplir me hace acercarme más, ese deseo, todo el amor que llevo escondiendo y el cual enterraba en lo más profundo de mi ser me hacen mirar sus labios y acercarme a estos.




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