Obligada a casarse con un príncipe alemán

Capítulo 2

 

—Ayudádme a salir de esta.... ¡y hacedlo rápido!— ordenó el príncipe heredero, irritado y muy muy frustrado.— ¡El tiempo sigue corriendo y por ninguna jodida razón pienso amarrarme a esa mujer!Los hombres allí reunidos estaban nerviosos y consternados, aquello era una cuestión de ámbito nacional, que podía afectar la economía, e incluso llevar al país a la guerra.

—Su Excelencia—dijo el abogado real, muy nervioso—Hemos revisado todos los estatutos del contrato y no hay ningún modo de escapar de este matrimonio.—Pues revisenlos otra vez— espetò el príncipe alterado—Revisadlos y encontrad el punto débil...punto que me permita romper ese ridículo contrato.— Ese es el problema Su Excelencia–replicó débilmente el abogado— No hay nada, su padre y el rey de Liechtenstein, además de ser buenos monarcas, son unos tiburones en las negociaciones, el contrato es infraqueable y su majestad...— el abogado dudó un momento—Es imposible que salga indemne, las posibilidades de no ir a la guerra son prácticamente nulas y...—No necesito que me recuerdes los pro y los contras, estoy jodidamente consciente de los mismos— bramó el príncipe— Solo necesitaba una forma de salir libre de él— explicó frustrado— Disculpen que los haya atosigado tanto, pueden irse ya y tomar un descanso— el príncipe no había terminado de hablar y ya todos los hombres habían salido de la sala como almas que lleva el diablo, excepto uno muy parecido al heredero...— Hermano, ya lo has visto, no hay manera de salir de este contrato. Lamento no haber sido el mayor y poder librarte de este matrimonio...— ¡¡Estas hablando jodidamente en serio!!!¿Crees que permitiría que mi hermano pequeño se case con esa mujer?— exclamó Axel— Cielos, es conocida como La Princesa temeraria, desde que tuvo edad para caminar, la chica no ha dejado otra cosa que caos tras de sí. Conduce demasiado rápido, se va de fiestas hasta altas horas de la madrugada y concibe el sexo como si fuera un deporte...—Tampoco es que seamos tan santos de devoción—replicó Alex, el príncipe menor, segundo en la línea de sucesión al trono—O te recuerdo los contratos de confidencialidad y los tríos que hemos protagonizado—culminó arqueando una muy bien arreglada ceja.—Si es verdad, pero no permitiré que nuestra reina sea una fulana, de ser así hubiera tomado por esposa a cualquiera de nuestras antiguas amantes. No quiero solo sexo, quiero amor, quiero una inocente joven a la que enseñarle el arte de la seducción, quiero ver en sus rasgos como se entrega a nuestras caricias, como es su cara al recibir su primer orgasmo, sentir el momento justo en que rompa su himen y sea completamente nuestra en cuerpo y alma, tanto como nosotros seremos de ella— terminó de decir Axel con la determinación acerada que lo caracterizaba— ¿Dime qué no quieres lo mismo y desistire?— Sabes que desde niños hemos sido uno solo...— Alex no tenía que terminar la oración, como siempre, entre ellos no había necesidad de palabras para entenderse mutuamente.—Me voy a supervisar a nuestro bebé, no soporto un día más en el castillo, me relajo más entre papeles de administración y contabilidad del Casino ¿Puedes suplantarme en estos días hermano?—preguntó Axel, por mera formalidad, pues desde niños siempre cambiaban de roles sin que sus padres se dieran cuenta.–Sabía que lo harías ,ya el jet está preparado para salir, solo necesitan tu presencia para despegar–.

—Eres el mejor hermano pequeño que un príncipe puede desear— le guiñò un ojo.—Cualquiera diría que me llevas 20 años, genio, parece que ese cerebro tuyo nunca llegó a desarrollarse bien o toda la inteligencia solo fue transferida a mí—despotricaba Alex.—Ya, ya hermanito—dijo con voz burlona Axel—Sé que solo te llevo 5 min y 37 segundos y eso te costó no ser el heredero al trono.

—Eso me costó no tener que casarme a la fuerza—contrarrestó Alex con la burla reflejada en sus bellos e idénticos ojos azules.

—Eso es un golpe muy bajo Alex ,incluso para ti. Eres,y siempre serás  un miserable—terminó de decir con una sonrisa en su rostro.

Amaba a su hermano más que a nada, después de todo, eran gemelos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.