No sueltes mi mano

Capítulo 3: ¿Una hija?

Días antes de la entrevista:
Bastian
Llego más que cansado a la casa, ha sido un día difícil, pero conseguí a los socios que quería, veo a mi hermano frente a la casa fumando

— Trata de no quemar nada— le digo pasando por su lado

— No es solo tu casa Bastian y no estamos en la empresa para que me des órdenes— volteo a verle, él lanza el cigarrillo lejos

— Oh lo olvidaba, a ti te gusta que te den las cosas en la mano, si es que no sé que haces en la empresa si no haces nada

— Es tanto mía como tuya, así lo quiso papá  ¿ya lo olvidaste?

— Papá no sabía lo bueno para nada que eras al parecer — él aprieta los puños y se acerca a mi

— Sigue así, pero no eres el mejor y no es solo tu empresa, lamento mucho que tu plan para que me desheredaran no funcionara hermano

— Y yo lamento que tu físico sea como el mío la gente puede confundirse y pensar que somos iguales cuando ambos sabemos que no eres ni mi sombra

— ¡Dejen de discutir ya! — me alejo de Alex cuando habla el abuelo, odio haberme mudado a esta ciudad, pero aquí papá construyó su empresa y cuando murió nos obligó a todos a mudarnos hasta aquí, nunca entendí por qué venir tan lejos a rehacer su vida aunque claro, jamás quiso volver a ver a mamá luego de lo que pasó

— Es este que no hace nada— señalo a Alex— unos nos matamos trabajando para que otros vivan como reyes

— Sufre hermanito— Alex ríe y entra a la casa

— ¿Sabes por qué tu padre cuando murió dejó todo en manos de ambos? — miro al abuelo

— Porque no sabía cómo era uno de sus hijos?

— Porque quería que cuando muriera trabajaran juntos y unidos, hace un año heredaron la empresa y toda la fortuna Bastian, pero llevan un año de guerra entre ustedes mismos

— No ayuda en nada Ricardo, lo quiere todo en sus manos, tengo yo que hacer todo el trabajo— río con pesar

— Algo así se imaginaba tu padre—mi abuelo suspira— por eso hizo lo que hizo

— ¿De qué hablas?

— Ya sabrás dentro de dos días que es cuando se cumple un año de su muerte, ya sabrás Bastian— él ríe, yo no le veo la gracia y ambos entramos a la casa

— ¿No adelantas nada?

— Sabes? cuando tu padre y tu madre se divorciaron y el vino a esta ciudad lo hizo con una imagen distinta de sus hijos

— Bueno, imagen distinta no— tomo asiento— no somos los mismos de antes, al menos yo no

— Pero antes ambos solo querían disfrutar de la vida, gastar dinero y estar con mujeres— asiento, buenos tiempos aquellos— ninguno trabajaba ambos iban por su lado, pero hacían las mismas cosas nada productivas

— Pero cambié y lo sabes abuelo, ya no soy ese

— Lo sé, has sacado adelante la empresa y además de eso has aumentado considerablemente la fortuna en un año, has llenado de hoteles esta ciudad y tú has hecho que nadie olvide nuestro apellido

— Aún sigo sin entender a que viene esto

— Ya te dije, sabrás en dos días hijo— él palmea mi hombro para luego alejarse, suspiro y voy hacia mi habitación.

— Señor— Susana me mueve, yo refunfuño, odio que me despierten

— Déjame dormir nana, hoy no tengo que ir a la empresa

— Tiene visita Bastian— gruñe, la miro

— ¿Quién me molesta un domingo?

— Levántate y ve a ver— se aleja, parecía enfadada pero por qué.

Me arreglo un poco y al entrar al salón ahí la veo, el amor de mi vida, la única mujer que he amado y la cual me dejó y se fue sin más, luego de eso pasé de mujer en mujer intentando olvidarla

— Karol— murmuro, ella voltea y sonríe al verme

— Hola Bastian, me tomó tiempo encontrarte

— ¿Qué haces aquí? — me acerco un poco a ella, sigue igual de bella

— Cometí un grave error al dejarte ¿sabes? — su mirada triste llama mi atención

— ¿Y te das cuento luego de más de seis años? — frunzo el ceño

— Mi padre me obligó Bastian— se acerca a mí y pone sus manos en mi rostro— me amenazó, me alejó de ti diciendo que te mataría, tenía miedo Bastian, mucho miedo

— Cuando me dejaste dijiste que ya no me querías — aparto sus manos de mi rostro

— Solo lo hice para que no me buscaras Bas, pero yo te amo— niego

— Supe que tu familia quedó en la ruina Karol, ¿por eso estás aquí? Quieres dinero ¿es eso? — me lanza una bofetada, pero tomo su mano impidiendo el golpe

— Me ofendes

— Lo dudo

— Mamá — la suelto y miro hacia la puerta cuando mi madre entra de la mano con una niña— mira lo que me dio la abuela — se acerca a Karol, no puedo apartar la vista de la pequeña que es idéntica a mi

— ¿Quién es esta niña? — La señalo, ambas me miran

— Es tu hija Bastian— responde Karol sonriendo— es nuestra hija, tiene seis años y

— No, para, ¿pretendes que te crea eso? — le grito— estás loca si crees que luego de seis años vas a venir a decirme eso y me lo voy a creer

— Es la verdad amor, ella es Vanesa, tu hija

— Hola, papi — miro a la niña, si, se parece a mí, ¿una hija? ¿Es una broma? odio a los niños, no me gustan nada y

— Haremos prueba de ADN — miro a Karol— si no es mi hija me vas a conocer realmente Karol y si es mi hija, no le faltará nada, pero la quiero lejos de mí— me alejo de todos, la cabeza ya me duele y siento asco

— ¡Bastian! — mi madre me alcanza— no puedes tratar así a la niña

— Quizás ni es mi hija

— Es igual a ti— me señala— es mi nieta y no estará lejos porque va a vivir aquí

— Mamá

— Es mi casa también y Vanesa y Karol se quedan aquí, es mi última palabra Bastian




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