En la esquina del techo

Encerrado

Alberto un poco asustado otra vez se queda en su lugar mirándola por unos segundos hasta que le pregunta...

—Señora... ¿está bien?— La señora mira rápidamente hacia su izquierda y con una voz un poco aterradora dice...

—Él no se rendirá, hasta matar a esta familia, no se rendirá, no se rendirá, no se rendirá...— Ella no para de repetir en voz media baja las mismas palabras, Alberto solo se queda en donde está y trata de charlar con ella...

—Tranquila señora, déjeme ayudarla— Ella sigue diciendo lo mismo, Alberto decide acercarse un poco más...

—Señora... ¿Quién no se va a rendir?— La señora lo escucha y al oírlo para de hablar, se queda por unos segundos ahí parada, mirando hacia su izquierda mientras el silencio invade el lugar, hasta que de repente vuelve a repetir bien bajo las mismas palabras, Alberto siente un escalofrío gigante en la espalda que lo hace intentar volver lentamente hacia atrás, hasta que llega Daniel con las linternas, lo ve a Alberto algo sorprendido mirando en donde no hay nada ni nadie, lo llama.

—¡Alberto!— Al escucharlo rápidamente lo mira a Daniel...

—¡Dani!— Le dice nervioso al verlo, pero no quiere perder de vista a la señora, así que vuelve su mirada hacia ella, aunque ve esta vez la encuentra parada de frente mirándolo a él con furia. Se quedan parados por unos segundos y luego Daniel algo confundido por no saber a quién o qué es lo que observa tanto, le pregunta...

—Alberto, ¿Qué pasa?— Al decir eso, la señora empieza a correr hacia Alberto gritando varias veces...

—¡No se rendirá!...— Rápidamente lo empuja y se cae al piso, desaparece la señora y viene corriendo Daniel para ayudarlo a levantarse...
—¿Qué fue eso?— Se pregunta asustado al momento de levantar a su compañero, ambos rápidamente vuelven a subir por las escaleras. Pero al llegar a la puerta, solo sale Daniel porque al salir, se cierra sola la puerta en frente de Alberto y se queda dentro del sótano.
Daniel rápidamente lo llama a Nicolás y a Kevin, desde el otro lado Alberto mira por todos lados temblando sin parar mientras logra encender otra vez su cámara. De repente se apaga la lamparita que iluminaba todo lo que se podía ver, prende la linterna que por suerte para él se le cayó a Daniel en el camino, se queda parado apuntando la iluminación hacia abajo en la escalera mientras que los otros tratan de abrir por las fuerzas la puerta.

 



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En el texto hay: accion, paranormal, relatos cortos

Editado: 21.07.2022

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