Ella es mía

CAPÍTULO 10

----Soy un viejo de 28 años, y me siento como un niño de kinder.

Fue tan indeciso de tocar o no la puerta color marrón. Tomó varios respiros agarrando valentía, no eran normales los nervios que sentía...y ni hablar de su corazón, el pobrecito estaba apunto de salir disparado de su pecho. Resopló por último, dió dos golpes sobre la madera y esperó paciente a que Laura le abriera.

No obtuvo respuesta, insistente volvió a tocar, pero nadie le abrió.

---¿Será que no está en el apartamento?--- arrugó el entrecejo pensativo---- En fin, regresaré más tarde. Quizás salió a comprar algo- llegó a esa conclusión.

El pálido fue a su apartamento, le echó comida a ojitos, se dió un baño, colocó cada cosita en su correspondiente sitio por el caos que dejó, y antes de comer lo que había comprado, fue averiguar si Laura está vez le abriría la puerta pero no ocurrió así. La chiquilla nunca le abrio, y lo preocupante del caso, es que se llegó la noche, y Tae Hyung tampoco apareció. Recostado en el espaldar de la cama mientras pasaba canales y canales sin encontrar que ver en la televisión, hasta las ganas que tenía por compartir la pizza con ella se le quitaron. Se le enfrió, y no la probó.

Por otra parte la pelinegra no se bismuto en levantarse de aquél sillón. Su tristeza era mucha, y apesar de que oyó varias veces que tocaban la puerta, no quiso abrirla en esa repetidas veces; en primera, porque sabía que no era Tae Hyung ya que él tiene su propia llave, segundo, ya no tenía más excusa para inventarle a la señora Bong Cha para no pagarle el alquiler, y tercero, si por casualidad se trataba de Yoongi, no quería que el pelinegro la viera en esa condición derrotista. La chica no probó bocado durante todo el día, y tampoco tenía apetito así tuviera que comer.

Al día siguiente, Min salió muy temprano para hacer sus diligencias, en lo más profundo de su ser algo le decía que no malgastara el dinero, que comprara nada más lo necesario, y que el resto lo dejara por si se presentaba alguna emergencia. El muchacho no ignoró su presentimiento, y fue exactamente lo que hizo. Sí, se tardó un poco estando afuera antes de regresar a casa nuevamente, pero como su cabello ya le exigía mantenimiento, no le encontró nada de malo, pasar por una peluquería a que le hicieran el corte que más le ha gustado tener. Debido a que está vez no se fue en la moto, puso a trabajar esas piernitas poniéndolas a caminar...

Estando en el ascensor, miró la hora en su celular y le indicaban las once de la mañana. Era perfecto para prepararse un buen almuerzo y ver películas de acción el resto de la tarde. Mañana le toca trabajar nuevamente, otra vez esa rutina matadora, obvio que tiene que aprovechar el tiempo que le queda. Al conducirse por el pasillo en dirección a su hogar, vió como la señora Bong Cha salía del apartamento de Tae en compañía de unos hombres robustos.

----Eso es lo último que queda, muchas gracias muchachos -----la anciana le echó seguro a la puerta. Entre los dos tipos llevaban un guardarropa vacío y notoriamente pesado. Pasaron por el lado del pálido teniendo cuidado de no incomodar al inquilino---- Min Yoon Gi. Buenos días----Lo recibió con una sonrisa al toparse con el.

----Hola señora Bong Cha, buenos días ----no entendía que era lo que estaba pasando, pero eso no significa que tiene que ser descortés ----¿Cómo está?

----Bien muchacho, bien. Te dejo porque estoy ocupadita ----palmea su brazo gentilmente mientras se retiraba. Gi asintió no encontrandole ningún problema, aún así sus pasos se apresuraron al captar en el fondo del pasillo que Laura estaba arrinconada contra la puerta.

Ella lo estaba esperando.

---¿Laura?.

Llorando, la chiquilla se balanceó sobre él en un abrazo. Gi trago hondo, nadie sabe lo que sintió el pelinegro en ese momento. Le dieron ganas de llorar sintiendo lastima por Laura, pero se contuvo al mismo tiempo que pensaba con furia que Kim Tae Hyung se pasó. Se pasó y feo. Esto no se le hace a nadie, mucho menos a una persona que le ha dado lo mejor de sí, entregándole su amor.

-----Tae me dejó en la calle, Min Yoon Gi, y ahora ya no sé a dónde ir. Estoy sola y tengo miedo ---- mojó la camisa gris del pelinegro con sus lágrimas y mocos. Si Min no la abrazaba, era porque tenía ambas manos ocupadas con las bolsas de sus compras.

----Tranquilizate Laura. No llores más, por alguna razón aparecí en tu vida, así que no te sientas sola, yo estoy contigo---- no supo si sus palabras servirían de consuelo pero al menos logró que ella dejara de llorar. Sus ojos cafés se clavaron en los oscuros del pálido--- Me mojaste la camisa.

----Lo siento...--- iba a llorar nuevamente.

---¿Me ayudas con la puerta? Es que las bolsas pesan---- con manos temblorosas la muchachita le ayudó abriendo. Una vez ingresaron, Laura se quedó estacionada con pena de avanzar ----¿Qué te parece mi apartamento? ¿Lindo verdad?---- Gi fue a la cocina, allí dejó sus compras--- he pensado pintarlo de otro color, no sé, darle otra vida ---- era conciente que Laura se encontraba en un trance de depresión, su cuerpo tembloroso la delataba. Además de que no lo estaba escuchando----Ven Laura, no te quedes ahí junto a la puerta. Sientate--- le ofreció.

Ella avanzó con pasos lentos, débiles, sin ningún ánimo. Lo que necesitaba era una explicación del porqué su amor le hizo esto cuando no lo merecía. Cubrió su rostro con ambas manos volviendo a llorar con amargura , con su corazón destrozado. Min la llevó contra su pecho, brindándole su calor.

---¿Por qué, Tae? ¿Por qué?.

Automáticamente Min le acariciaba su cabello.


 


 

Espero disfruten el capítulo.
 


 

¡Gracias por leer!
 


 




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