El romeo de sangre

Demencia.

 

Aquella tarde, Angela regresó sola a la casa de sus abuelos, se dice que el cura se quedó lamentándose en aquella banca, pues otra vez le había dicho adiós al amor de su vida.

—¿Ya se despertó mi bonita? Le preguntó el abuelo Oscar a su esposa e hija.

—No, aun no, ayer llegó con los ojos hinchados y no quiso cenar. —expresó Pilar con un suspiro.

—Quizá ya se enteró que Martín es sacerdote. —exclamó Rosario con pesar.

—Que desperdicio de muchacho, tan bien parecido que es, tengo entendido que su padre casi se muere cuando se enteró que sería un cura, ese machista siempre lo quiso ver en las filas del ejército.

—Pobre de mi muchacha, ya se olvidará de él, algún día conocerá a otro hombre que la haga feliz. —dijo Benjamín quien después le dio un trago a su café.

—Ándale hija báñate y ponte bonita, que no tarda en pasar Vanesa por ti, irán a darle un recorrido al pueblo. —le dijo Rosario a su hija mientras la sacaba de la cama.

—Déjame dormir otro rato mamá… casi no dormí en toda la noche. —le rogó aun adormilada.

—Cual déjame dormir ni que nada, ándale párate ya, que tu tata (abuelo) no te hizo pan para que se mosqueara.

—Ok, ok ya voy. —Angela se puso de pie y fue directo a bañarse, estaba deprimida, pero al mismo tiempo, estaba decidida a liberar su corazón del mal de amores y se puso un vestido blanco y una chaqueta de mezclilla, se arregló el cabello y se perfumó quedando tan bonita que su familia no tardo en llenarla de halagos para levantarle el ánimo.

—Pareces una muñequita hija, haber si no te roban jajaja.

—Ojalá que me roben. —dijo entre pucheros mientras salía de la casa, Vanesa la estaba esperando con una flor amarilla y la abrazó tan fuerte que casi la ahoga.

—Lamento que las cosas hayan salido así, estoy segura de que escuchar de su boca que lo suyo no puede ser, será lo mejor para ti, así podrás dejar ese cariño en el pasado y seguir adelante con tu vida.

—Lo haces sonar muy fácil, siento que no tengo corazón, ha de estar hecho pedazos, esparcido entre mis riñones y mis intestinos. —declaró Ángela adolorida.

—No digas eso, si tienes corazón y hoy va a palpitar tanto que se te va a salir del pecho, vamos a caminar un montón jaja.

Mientras recorrían las calles Ángela fijó su mirada en una joven que yacía amarrada en una silla afuera de su casa para que le diera el sol.

—Oye… ¿Esa no es Carmen? —preguntó Ángela con temor.

—Ay no puede ser, cada vez esta más demacrada, deja le acomodo el vestido, se le ha levantado con el aire.

—¿Y que hace en ese estado? ¿Está enferma?

—Nadie sabe que tiene, se rumoran muchas cosas en este lugar, dicen que tiene esquizofrenia, que esta endemoniada o que perdió la cabeza en alguna violación.

—Dios mío…

—Sus padres la amarran por que siempre escapa en las madrugadas y regresa llena de moretones o desnuda, personalmente creo que está loca.

—Pobrecita, tan linda que es… —dijo Ángela con tristeza mientras se alejaban.

—Te amo… dime que tú también me amas… que soy la única para ti… —Carmen murmuraba entre lagrimas estas palabras y después pasaba a los gritos y a las maldiciones.

—¡Dime que me amas! ¡cásate conmigo! Por favor… te lo he dado todo…amado mío… ¡maldito! —Vanesa y Ángela se llenaron de miedo y salieron de ahí corriendo.

—¿Crees que alguien abusó de ella? —le pregunta Angela preocupada.

—No lo sé, nadie sabe qué le pasa, pero da mucho miedo, van tres mujeres que se suicidan en dos meses, dicen que así empezaron, probablemente Martín venga a rezar por ella.

—Espero que este bien…

Hola hermosas, espero hayan disfrutado de este capítulo ¿será que Carmen está loca o ya se habrá topado con el romeo misterioso? las leo en los comenatrios.




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