Dime que te quedarás (amor a lo Escocés #1)

Capitulo 45: Una decisión

Puedo decir el momento exacto en el que el mundo dejó de girar, paralizando todo. El reloj dejó de correr, los pensamientos y la sangre dejaron de fluir. Todo se detuvo. Fue como una muerte súbita; en un segundo, todo se había ido.

― ¡No! 

El mundo volvió a la vida repentinamente, mi voz sonó unos decibeles más altos que el adecuado. Me alejé de su toque, de su olor, de su calor.

Estaba volviéndome loca, él se estaba volviendo loco.

La esperanza se convirtió en confusión. Puse más espacio entre los dos 

― No ―repetí. Tragué saliva― ¿estás hablando en serio? ¿Estas escuchándote?

Un nuevo suspiró salió de los labios de Aiden y se llevó una mano a su cabello, sacudiéndolo

― Sé perfectamente qué es lo que dije y nunca he hablado más en serio en mi vida ―su rostro estaba inexpresivo, en su semblante solo noté la decisión. En su voz había confianza.

Aiden había tomado una decisión y era la idea más absurda que había escuchado en veinte años.

― Tú no puedes irte a vivir a Venezuela ―declaré

Él parpadeó y se recostó en mi pared, cruzándose de brazos

― ¿No puedo irme a vivir a Venezuela? ―negué― ¿No puedo o no quieres? Explícame porque de verdad no estoy entendiendo que está sucediendo aquí

Cerré los ojos un segundo, las cosas se estaba yendo justo por el barranco más profundo

― Aiden escúchame...

― No, escúchame tú ―su voz era firme― ¿quieres que estemos juntos o no? Porque lo único que estoy haciendo es buscar maneras para que estemos juntos y tú solo encuentras excusas, una tras otra... Solo he escuchado excusas viniendo de ti, ni una sola vez has dicho algo, has aportado algo para que esto pueda funcionar. El único pensando soy yo... Yo digo algo y tú lo echas para abajo ¿de verdad te rendiste tan fácil?

No eran excusas, era solo la realidad

― Te amo  y me gustaría que las cosas fuesen diferentes, no sabes cuánto pero no lo son ―estaba cansada, cansada, cansada― las cosas son así y tenemos que aceptarlas. Uno de los dos tiene que ser el racional aquí. Uno de los dos tiene que aceptar que no hay solución y tratar de encontrar una solo nos está haciendo más daño, aferrándonos a una ilusión, a un plan que no puede ser

― ¿Por qué no? ―la voz de Aiden se alzó y di un paso involuntario hacia atrás― por qué no puede ser, no lo entiendo, ¿por qué le pones tantas trabas a esto? Te amo y si tengo que dejar todo aquí, si tengo que cruzar el océano entero para estar contigo lo voy a hacer. Te lo dije y lo digo en serio, no quiero estar lejos de ti. No quiero perderte. ―un sollozo salió de mi garganta y tuve que apartar la vista― si tengo que mudarme de país para estar juntos, lo voy a hacer, tú no tendrías que dejar a tu familia ni tu universidad. Que yo me mude es la manera de que esto funcione

― ¡No! ―exploté― deja de decirlo. ¿No lo entiendes? Eso es precisamente lo que no quiero. Que tengas que dejarlo todo, que tengas de sacrificarlo todo solo para que esta relación funcione. No se supone que tengas que hacer ese tipo de cosas, no puedo dejar que lo hagas

― Estoy dispuesto a hacerlo, eso es lo que haces cuando amas a alguien.

― Pues yo no quiero tener una relación en donde uno de los dos tenga que dar más que el otro. ¿Qué va a pasar si te vas a Venezuela? Las cosas no son tan fáciles como las estás pensando. Tú no puedes hacerme esto, no puedes.

― ¿No puedo hacerte eso? ¿Hacerte qué exactamente, Fabiola? ¿Luchar por nuestra relación? ―se frotó la frente con sus pulgares― Cada vez te entiendo menos

― ¡Eso que estás diciendo! ―exclamé― mudarte, dejarlo todo. ¿Sabes lo que eso significaría para mí? Es demasiada presión, el saber que lo dejaste todo, que estas en otro continente por mí. Es una presión que no estoy dispuesta a aceptar, no voy a poder con tanto  y nuestra relación se va a arruinar y tú me vas a odiar. Los dos nos vamos a terminar odiando, no quiero que eso suceda

― ¿Odiar? ¿Presión? ¿De qué estás hablando?

Intenté calmarme, intenté estabilizar mi respiración

―  Llevamos tres meses conociéndonos, es una decisión demasiado importante como para tomar a la ligera, qué si después descubres que no estás tan enamorado de mí como dices, ¿Que si no te gusta Venezuela? ¿Que si después no congeniamos y no podemos terminar porque ya tú te mudaste? ¿Que si el peso de lo que hiciste recae sobre nosotros todos los días como un recordatorio de lo que yo te hice hacer? ―Aiden me miraba totalmente confundido― que tú te vayas significa que estas planeando una vida conmigo, significa un grado de compromiso que yo no sé si estoy lista para tomar todavía. Ni siquiera me he graduado Aiden por dios, ni siquiera sé que haré en unos años, no sé cuándo esté lista para casarme y mucho menos sé cuándo quiera empezar a formar una familia, solo sé que no es en un futuro cercano y tú, tú tienes treinta años, la mitad de tus amigos ya están casados y tienen hijos y sé que tú vas a querer formar una familia pronto y...



#113 en Joven Adulto
#2296 en Novela romántica

En el texto hay: humor, drama, amor

Editado: 13.11.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.