Amores secretos - Draco Malfoy

Capítulo 17 – INSTINTOS

Narra Draco

 

Estoy con los chicos en el Hall de entrada, esperando a nuestras parejas de baile. Todo el mundo está alterado y yo estoy aburrido, cansado de estar esperando. ¿Por qué las mujeres tardan tanto en arreglarse? Blaise está apoyado en una de las paredes, mirando a todas las chicas que pasan por su lado y Theo está a mi lado, mirándome fijamente, pero no entiendo porqué.

  • Ahí están – señala Theo y giro mi cabeza en la dirección que indica.

Caminan hasta donde estamos Pansy y sus amigas tontas, solo hacen y dicen lo que la primera quiere, pero son nuestras parejas. Pansy obligó a los chicos a que fuesen sus acompañantes y no tuvieron elección. Cuando Pansy se enfada es un huracán, aunque conmigo nunca se ha puesto así. Creo que me tiene más miedo que a mis amigos. Unas veces lo agradezco, pero otras en cambio odio que coja tantas confianzas conmigo.

Las chicas, para ser de Slytherin, que nos regimos por la etiqueta y la elegancia, llevan vestidos bastante provocativos, demasiado para ir solamente a cuarto. Eso sí, se han ganado las miradas de todos los presentes. Ellas sonríen con suficiencia y Pansy llega hasta mí comiéndome con la mirada. Se inclina hacia mí dispuesta a darme un beso y yo giro la cabeza, lo que hace que sus labios se posen en mi mejilla.

  • Has tardado mucho – digo algo tosco, ya que no me gusta que me hagan esperar.
  • Lo siento mucho Draquito, pero esto – se señala – no se consigue así de rápido. Tengo que estar perfecta – me sonríe y yo frunzo el ceño.

Madre mía a veces pienso que solo le interesa eso, estar perfecta. ¿Es que nadie la ha dicho que menos es más? En fin, tengo que aguantarme y tirar como pueda durante toda la noche.

Seguimos en el hall, viendo como la gente va llegando, pero yo no hago más que buscar entre la gente, a pesar de que Pansy reclama mi atención a cada segundo que pasa. ¿Dónde está? ¿Será que al final no va a venir? No puede ser, no creo que me mintiera con el nombre de su acompañante, aunque en el fondo deseo no verla con él.

  • Aún no ha llegado – me susurra Blaise que está a mi lado.
  • ¿Qué? – respondo sin entenderlo.
  • Brooke – dice aun más bajo – Sé que la estás buscando con la mirada.
  • ¿Pillado? – se me escapa una sonrisa y él se ríe – Debería estar ya aquí. Shediran lleva con su pareja un rato ya, ¿dónde se ha metido? – pregunto como si el supiera la respuesta. Y es que no verla me está volviendo loco.
  • Ya llegará, no te preocupes – me coloca una mano sobre el hombro - ¿Ves? Ahí está – lo veo mirar por encima de mi hombro, ya que me he girado para mirarlo.

Entonces vuelvo a mi posición inicial y ahí la veo, abriéndose paso entre la gente como si fuera un ángel caído del cielo. Abro la boca y la recorro de arriba abajo. ¡Está absolutamente preciosa!

Lleva un vestido verde esmeralda, largo hasta el suelo. Camina con paso decidido y una de sus piernas se puede vislumbrar. ¡Ese maldito vestido lleva una abertura en la pierna! Intento controlar la respiración, pero no puedo, ha hecho que se me disparen todos mis sentidos. Sigo con la mirada subiendo hasta que llego a su rostro. Está maquillada con sutileza y el pelo recogido en una coleta alta, dejando unos cuantos mechones rizados sueltos por su cara.

Brooke camina hasta la altura de un chico, uno que me pone enfermo solo con verle a su alrededor. West se acerca a ella, la coge de la mano y planta un beso en su dorso. Ella se ruboriza y se engancha en el brazo de él, lo que provoca que nos dé la espalda.

  • ¡Joder! – susurro al ver que la espalda la lleva descubierta.
  • ¿Está preciosa verdad? – oigo la voz de Blaise a mi lado.
  • ¡Y qué lo digas! – respondo en voz baja, lo justo para que él me escuche.
  • No entiendo por qué no se lo pediste – me sigue hablando.
  • ¿Qué quieres decir? – muevo un poco la cabeza con intención de mirarlo, pero solo tengo ojos para ella.
  • Deseabas venir con ella – ahora sí que lo miro mientras me pongo nervioso – Solo hay que ver cómo no quitas sus ojos de ella. ¿Por qué no lo hiciste? – me pregunta.
  • No puedo asistir al baile con alguien como ella, mi padre no lo aceptaría – respondo siendo sincero y con lógica. Mi padre cuando se enfada da bastante miedo y no quiero que su ira la descargue conmigo. No si puedo evitarlo – Además, ella me habría dicho que no – vuelvo a mirar al resto de la gente, buscándola pero ya no la veo.
  • Eso no lo sabes, estoy seguro de que te habría dicho…
  • ¡Draquito! – la voz chillona de Pansy me perfora los tímpanos e interrumpe la conversación que estamos teniendo, dejando a Blaise con la palabra en la boca – ¿Entramos ya? – me pregunta.

No me da opción a responder porque me agarra del brazo y tira de mí en dirección a las puertas del gran comedor. Al entrar veo que han quitado las cuatro mesas grandes y han puesto mesas en los laterales con comida. La estancia la han decorado con guirlandas de copos de nieve, velas que flotan en el aire, árboles de Navidad y muérdago, mucho muérdago. Alguno acabará debajo de uno a traición y no tendrá escapatoria alguna. Me apiado de aquellos que los intenten besar sin que sea reciproco.

Mi pareja me arrastra apartando a la gente que nos rodea hasta que consigue llegar a la primera fila, perfecto para ver el inicio del baile. La orquesta comienza a sonar y los campeones, con sus respectivas parejas, entran, se colocan en el centro de la pista de baile y comienzan a bailar. Al cabo de unos minutos, vuelvo a ser arrastrado por Pansy y lo siguiente que sé es que me encuentro bailando entre el resto de la gente. Menos mal que se me da bien bailar porque no me gustaría tener que hacer el ridículo.

Después de un par de canciones me siento en una de las mesas con mis amigos para descansar y comer un poco. Creo que la noche se me va a hacer muy larga, aunque creo que no soy el único que está en esas circunstancias al ver al idiota de Potter y a su amigo Weasley, sentados en otra mesa con los brazos cruzados, enfadados. Busco el lugar al que dirigen su mirada y me encuentro con la sabelotodo de Granger, bailando con nada más y nada menos que con Víctor Krum. He de decir a favor de la chica, que está realmente favorecida con ese vestido. Parece otra persona totalmente diferente sin todos esos libros a su lado. Giro mi cabeza para comentar el asunto con Theo, que está sentado a mi lado y veo que su mirada está posada en una chica en concreto. Su mirada es fría y oscura. Creo que no soy el único que tiene que ocultar cosas, tendré  que hablar con él muy seriamente.



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En el texto hay: amor, harrypotter, dracomalfoy

Editado: 24.08.2022

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