Amores secretos - Draco Malfoy

Capítulo 11 - ANHELO

El comedor se queda en completo silencio en cuanto Harry entra por la sala. Tras él, y con paso apresurado, van los profesores y directores. En cuanto desaparecen todos, el murmullo y el ruido vuelve a resonar en el comedor. Todo el mundo está comentando lo que acaba de pasar.

Yo me quedo muda, sin decir ni una palabra, con mi vista clavada en la puerta. Los chicos hablan de lo que acaba de pasar pero no presto atención porque mi cabeza no deja de dar vueltas a todo lo que acaba de ocurrir.

  • Brooke – me mueve un poco el brazo, Blaise.
  • Sí – consigo decir en voz baja sin mirarla.
  • Tenemos que ir a la sala común – me dice.

Me giro para mirarle y veo que tanto él, como Theo y Malfoy están de pies. Ni siquiera me he dado cuenta de que ya no queda prácticamente nadie en el comedor.

Asiento y me levanto con ellos, camino hasta las puertas y cuando traspaso la mitad del hall, me quedo quieta.

  • Ahora mismo voy – digo a los chicos.
  • ¿Estás bien? – me pregunta Theo preocupado.
  • Sí, no te preocupes – respondo con una sonrisa leve – Solo necesito estar un rato sola, nada más – intento sonar convincente, hacerles ver que estoy bien y creo que funciona algo al ver sus caras que asienten.
  • Está bien – me dice sin más.

Los chicos se van y veo como se pierden por los pasillos camino hacia las mazmorras. El último en desaparecer es Malfoy, que se gira y me mira durante unos segundos. Después sigue a sus amigos.

 

No sé cuánto tiempo llevo dando vueltas por el hall, he mirado ya todos los cuadros, he contado las escaleras y las ventanas, y estoy comenzando a desquiciarme. Estoy sola, no hay nadie aquí pero me da igual, necesito saber que está pasando.

De repente oigo unos pasos y veo aparecer a Viktor, a Fleur y a Cedric. Los tres se me quedan mirando sorprendidos.

  • ¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar en tu cuarto ya? – pregunta Cedric en tono algo autoritario porque es perfecto.
  • Lo sé, no te preocupes – respondo – tengo autorización – miento  rápidamente porque acabo de ver a Harry.

Me acerco rápidamente, me mira asombrado y yo me lanzo a sus brazos para darle un abrazo fuerte.

  • ¿Cómo estás? – pregunto preocupada cuando me separo de él.
  • Confuso – me dice sincero - ¿No me vas a preguntar cómo lo he hecho? – me pregunta casi de forma acusadora.
  • Sé que no has sido tú, Harry – intento que se quite esa idea de la cabeza – Alguien lo ha hecho por ti – digo segura.
  • ¿De verdad? – me dice con algo de alivio.
  • De verdad – respondo con seguridad y con una sonrisa - ¿Qué va a pasar ahora? – intento averiguar lo que han estado hablando todo este tiempo dentro de la sala.
  • Voy a tener que participar en el Torneo – me dice pasándose la mano por la cabeza preocupado.
  • ¿Qué? No puede ser, eres demasiado joven y no estás preparado – digo incrédula por la decisión que han tomado.
  • ¿Crees que no lo sé? – me mira alterado – Ya lo sé, no hace falta que me lo digas – dice ahora un poco enfadado.
  • Ei – le digo acercándome a él – no te preocupes, ¿vale? – lo agarro de sus mejillas para que me mire a los ojos – Todo va a ir bien, estoy segura. Yo voy a estar contigo y voy a ayudarte en todo lo que pueda – le digo totalmente sincera.
  • Gracias – me dice emocionado por mis palabras.

Me acerco a él y lo abrazo con fuerza, haciendo que se sienta seguro y comprendido, que sepa que no está solo, que nunca lo va a estar.

  • Señorita Parker, señor Potter – oímos unas voces detrás de nosotros.

Harry y yo nos separamos y miramos en la dirección en la que hemos escuchado la voz, encontrándonos con el profesor Dumbledore, la profesora McGonagall y el profesor Snape.

  • Deberían estar en sus salas comunes – escupe el profesor Snape con desagrado.
  • Lo siento, yo solo quería saber cómo estaba Harry, nada más – digo mirando a los otros profesores e ignorando a mi jefe de casa.
  • Me parece bien señorita Parker, va a necesitar mucho apoyo, pero ya no son horas de estar por los pasillos – me dice amablemente y con una sonrisa la profesora McGonagall.
  • Está bien ya nos vamos – se pronuncia Harry que hasta entonces no había dicho ninguna palabra – Buenas noches, Brooke – me da un abrazo rápido – Y gracias – me sonríe mientras se separa de mí.
  • Buenas noche, Harry y no tienes nada que agradecer – sonrío.

Lo veo subir por las escaleras y me giro de nuevo hacia los tres profesores, que me miran expectantes.

  • Profesor Dumbledore, no puede deja que Harry participe – le digo acercándome unos pasos hacia él.
  • No es de su incumbencia, señorita Parker, ahora haga el favor de irse a su habitación – me vuelve a hablar con desdén el profesor Snape, pero lo ignoro.
  • ¿Quién lo ha hecho? ¿Quién ha metido su nombre en el cáliz, profesor? ¿Cómo han podido? ¿No creerá usted que ha sido Harry verdad? – atropello las preguntas una tras o otra.
  • Cálmese señorita Parker – me dice Dumbledore con una sonrisa – No tiene que preocuparse de nada por ahora, estamos investigándolo – sigue diciendo – Ahora si no le importa, debería marcharse a descansar – me hace un gesto con la cabeza en dirección a las mazmorras.
  • Pero profesor… - intento rebatir porque no me parece bien su orden, necesito respuestas.
  • Hablaremos en otro momento señorita Parker – me mira fijamente y termino por desistir.

Asiento con la cabeza y me alejo de ellos en dirección a mi sala común. Camino con paso decidido y al llegar digo la contraseña. Una puerta se revela y entro dentro, allí en uno de los sofás se encuentran los chicos más encantadores de toda la casa de Slytherin.

  • Hola preciosa – me sonríe Blaise – has tardado mucho. ¿Va todo bien? – me pregunta y palmea con su mano en el sofá, para que me siente junto a ellos.
  • Sí, va todo bien – respondo mientras me siento.
  • No puedes engañarnos – habla Theo – cuando han dicho el nombre de Potter, te has quedado estática y has estado muy tensa todo el rato – argumenta.
  • Estoy bien, de verdad – los miro a ambos – Solo me he sorprendido como el resto y después me he preocupado. Harry es mi amigo también y las pruebas a las que se va a enfrentar van a ser muy duras. No creo que esté preparado y necesitaba saber cómo estaba, nada más –les digo una verdad a medias.
  • Vale – dice Blaise – eso es compresible, podemos entenderlo – mira a Theo y este asiente con la cabeza – Cambiando de tema – dice divertido y con una sonrisa amplia.
  • ¿Cuál? – pregunto un poco temerosa al ver su cara.
  • Ah, sí, cierto, tenemos que preguntarte sobre… - hace una pausa que me pone nerviosa – Draco – termina de decir y yo abro los ojos.
  • ¿Malfoy? – los miro confusa y comienzo a sudar de los nervios.
  • Sí, de él – me mira de forma penetrante Blaise.
  • No sé de qué estáis hablando – me muevo inquieta en el sofá.
  • Vamos Brooke, no somos idiotas – se ríe Theo – Te hemos visto escaquearte de la comida cuando Pansy le comió literalmente la boca a Draco.
  • Y tú cara no era precisamente de alegría Brooke. Estabas tensa y con la mirada apagada – habla ahora Blaise - ¿Qué te ocurre con él? – insiste de nuevo.
  • No me pasa nada, simplemente me sentía incómoda y quería largarme de allí, no soy ninguna sujeta velas – intento no darle importancia.
  • La verdad – dice un tono más serio Theo.



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En el texto hay: amor, harrypotter, dracomalfoy

Editado: 24.08.2022

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